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martes, 22 de diciembre de 2015

Alfred Wegener y la deriva continental

Alfred Lothar Wegener, nació en Berlín, en 1880; y falleció en Groenlandia en 1930.
Su padre era un pastor protestante, Richard Wegener. Sin embargo, él estaba interesado en la astronomía, la meteorología y la física.

Tras licenciarse en Berlín, trabajó con su hermano en el Observatorio Aeronáutico. Y después de realizar numerosos viajes, se instaló en el Observatorio de Marburgo.
Se casó con la hija de Wladimir Köppen, un famoso meteorólogo con el que trabajo en una expedición en Groenlandia.
Fue mientras combatía en la Primera Guerra Mundial cuando escribió su libro " El origen de los continentes y los océanos".
Sus ideas sobre la deriva continental comenzaron con sus observaciones sobre la semejanza de los perfiles de las costas de África y  América del Sur. Por supuesto, se encontró con la oposición de numerosos científicos de la época.
Según Wegener, los continentes estuvieron unidos hace millones de años formando una gran masa continental a la que denominó Pangea y, por razones inexplicables, se separó originando los continentes que conocemos hoy en día.
La teoría no fue muy bien recibida, sobre todo porque no daba una explicación clara sobre la deriva continental.
Entre los años cincuenta y sesenta, se modernizaron las técnicas de exploración geológica,, por lo que su teoría resurgió y fue aceptada.

Todo esto generó discusiones entre los fijistas, que defendían los movimientos en la vertical de la corteza terrestre; y los movilistas, que se basaban en los movimientos horizontales de lo bloques de la corteza. Dentro de este último grupo entra la tectónica de placas, que sirve para explicar la deriva continental.
Para más información pinche aquí

OPINIÓN PERSONAL:
Considero que las teorías que aportó Wegener tuvieron que ser un gran avance y descubrimiento para los años que corrían. El hecho de observar la simetría entre las costas amerciana y africana supuso el inicio de su bien formulada teoría, y que fueron la base de futuros descubrimientos geológicos de este tipo.
Sin embargo, sus teorías no tenían el fundamento adecuado, ya que no daba argumentos convincentes y tampoco podía demostrar experimentalmente que estaba en lo cierto. Todo esto convertía su trabajo en una hipótesis o una idea, más que en una teoría.
Se ha de tener en cuenta la época en la que se formuló su teoría. Los conocimientos que los seres humanos tenían sobre la geología y sobre el mundo en general no eran los mismos que los actuales. De esta forma, la propuesta de teorías como esta podían sonar descabelladas e impensables, sobre todo si no se podían demostrar.
Además, los materiales empleados para realizar estudios eran bastante pobres y en muchos casos se basaban en la observación y en la interpretación de lo observado. Como ha ocurrido en este caso: un científico que tuvo una idea a partir de lo que observó y que se descartó por falta de fundamento, a pesar de volver a resurgir y tomar importancia una vez que las técnicas de estudio hubieron avanzado.

Adriana Casado Díaz.
1ºE.


Alfred Wegener

Alfred Lothar Wegener fue un geofísico y meteorólogo alemán que formuló la teoría de la deriva continental.
placas002En 1906 tomó parte en una expedición danesa a Groenlandia; en dicha ocasión realizó una colaboración con el meteorólogo Köppen, con cuya hija se casaría más adelante. Después de otro viaje de estudios a América del Sur, se estableció en el Observatorio de Marburgo, y en 1910 empezó a publicar una serie de volúmenes destinados a ilustrar las diversas propiedades de la atmósfera. A esta época se remonta el germen de la idea de la deriva continental: la semejanza de los perfiles de las costas de África y América del Sur le había impresionado profundamente. Por otra parte, ya hacía tiempo que los biólogos hablaban de algún tipo de enlace entre África y América para explicar la existencia en ambos continentes de fósiles similares. El primer artículo de Alfred Wegener sobre la deriva continental se publicó en el año 1912, pero topó con una oposición en los ambientes científicos; sólo algunos geodestas intentaron valorar su credibilidad mediante mediciones de latitud. Ese mismo año Wegener participó en otra expedición a Groenlandia en busca de pruebas que confirmaran su teoría. En 1915 redactó su famoso libro El origen de los continentes y los océanos. En 1930 participó en una última expedición a Groenlandia, siempre en busca de nuevos indicios; sin embargo, desapareció entre los hielos y su cuerpo no fue encontrado hasta el año siguiente. 
La teoría de Wegener se basaba en el pensamiento de que los continentes se movían resbalando sobre los fondos oceánicos, pero no podía explicar qué fuerza era capaz de empujarlos, aunque aludió a la rotación terrestre como una posible causa. Descubrió que:
- Los perfiles de los continentes encajaban 
-Había una presencia de huellas debido a la erosión del hielo en distintos continentes, cuya unión explicaría la trayectoria de ese glaciar.
- Se encontraron fósiles iguales en continentes diferentes.

La teoría de la deriva continental fue recibida de manera uniformemente hostil, y en ocasiones, incluso violenta, en buena parte por la inexistencia de una explicación convincente sobre el mecanismo de la deriva continental en sí. Los principales críticos de Wegener eran los geofísicos y geólogos de los Estados Unidos y de Europa. Los geofísicos lo criticaban porque los cálculos que habían llevado a cabo sobre los esfuerzos necesarios para desplazar una masa continental a través de las rocas sólidas en los fondos oceánicos resultaban con valores inconcebiblemente altos. Los geólogos no conocían bien las rocas del hemisferio sur y dudaban de las correlaciones propuestas por el científico alemán. A partir de 1950, no obstante, las ideas de Wegener ganaron rápida aceptación gracias al desarrollo de las modernas técnicas de exploración geológica, en particular del fondo oceánico.

Realmente creo que los científicos que se oponían a la teoría de Wegener estaban en lo cierto al hacerlo, dado que no es creíble que un hombre afirme que los continentes estuvieron unidos formando una única superficie, todo ello casi sin pruebas. Si Wegener hubiera tenido su teoría con todos los cabos atados, la hubiese podido defender y demostrar su veracidad. Bien es cierto, que con las pruebas expuestas por Wegener, se podrían explicar ciertas partes de su teoría, pero como en aquella época tampoco se contaba con un equipo de alta tecnología para demostrar que lo que decía era correcto, lo tomaron como un loco. Creo que es lo que todo hubiéramos hecho, pues cuando nos dicen algo que desconocemos, ¿no somos los primeros en preguntar el porqué de ello? y en caso de recibir una respuesta que no nos convence, ¿no la desechamos?

Recursos empleados:
http://www.profesorenlinea.cl/Ciencias/Placas_tectonicas_Teoria.htm (la procedencia de la fotografía la encontrarás también en esta página)


Patricia de Gabriel Peg - 1E



Trabajo 1.2 Foro de debate: Alfred Wegener, un hereje de la ciencia

TRABAJO 1.2 FORO DE DEBATE:

Alfred Wegener, un hereje de la ciencia


1. La vida y los descubrimientos de Alfred Wegener.

 

Este informe presentado en el foro de debate trata de la vida y los descubrimientos de Alfred Wegener.
Alfred Lothar Wegener (Berlín, 1880-Groenlandia, 1930) fue un geofísico y meteorólogo alemán que formuló la teoría de la deriva continental. Wegener era el menor de cinco hermanos, hijo de un pastor protestante. Estudió la escuela secundaria en Köllnische (Alemania) donde ya apuntaba maneras como el mejor de su clase. Más tarde estudió física, meteorología y astronomía en Berlín, Heidelberg e Innsbruck, desde 1900 hasta 1904.


Dedicó su vida a la meteorología y la física pero en 1905 realizó su tesis doctoral de Astronomía en la Universidad de Berlín. Realizó numerosas prácticas a destacar en tres observatorios, el primero en el que sólo asistió como público el Observatorio Urania, en Berlín. El segundo fue el Observatorio Aeronáutico de Lindenberg, donde trabajaba su hermano Kurt –también físico- donde realizaron una gran cantidad de ascensiones en globo. El tercero fue en uno de sus viajes a América del Sur, en el Observatorio de Marburgo.
En 1906 marchó a Groenlandia formando parte de una expedición danesa en colaboración con Wladimir Köpen, un famoso meteorólogo, con cuya hija acabaría casándose.

En 1910 comenzó a escribir y publicar acerca de las propiedades de la atmósfera. 
                                                                                                                   
En esta época surgió la idea de la deriva continental: la suposición de la antigua unión de América y África como forma de explicar la existencia en ambos continentes de fósiles semejantes. Para esta teoría consiguió reunir una serie de pruebas a lo largo de sus viajes, expediciones e investigaciones: Pruebas geológicas, geográficas, paleoclimáticas y paleontológicas. 

Para visualizar un vídeo-documental de Youtube sobre la separación de continentes pinche aquí.

En 1912 se publicó el primer artículo de Alfred Wegener sobre la deriva continental, pero se encontró con numerosas oposiciones por parte de los científicos. Participó en otra expedición a Groenlandia, en busca de pruebas que apoyaran y confirmaran su teoría.
En 1915 escribió su famoso libro El origen de los continentes y los océanos y combatió en la Primera Guerra Mundial, al finalizar ésta, ejerció como profesor en Hamburgo y en 1924 se mudó a Graz.
En 1930 realizó su última a expedición a Groenlandia, puesto que desapareció entre los hilos y no encontraron su cuerpo hasta el año siguiente.
Wegener afirmaba que hace unos 300 millones de años todos los continentes estaban unidos formando una sola masa llamada Pangea, que tras separarse habría originado los continentes que hoy día conocemos. A pesar de que la teoría (hoy en día totalmente consolidada) no fuese muy bien recibida por parte de toda la comunidad científica, a partir del 1950 la teoría de la deriva continental y las ideas de Wegener ganaron cierto protagonismo y aceptación gracias al desarrollo de técnicas de exploración geológica.


(Alfred Wegener y sus expediciones)

Para visitar las fuentes de información pinche aquí y aquí.

2. Debate que se produjo sobre sus ideas de la deriva continental y la no aceptación de las mismas.


La teoría de Alfred Wegener tuvo muchas críticas hostiles y una de las principales objeciones de la hipótesis es que había un “vacío” de pruebas capaces de identificar un mecanismo que moviese los continentes del planeta. Wegener ofreció dos: la fuerza gravitacional de la Luna y el Sol sobre la Tierra y el que provoca las mareas, que afectarían a la capa más externa de la Tierra, pero esta suposición fue frenada por el físico Harold Jeffreys, el cual afirmó que de haber sido así las fuerzas mareales habrían frenado la rotación de la Tierra en cuestión de unos pocos años.
Otro fallo de argumentación que cometió Wegener fue la sugerencia de que los continentes más grandes y pesados se abrieron paso por la corteza oceánica como los rompehielos, sin embargo, no había ninguna existencia de pruebas que corroborasen que la corteza oceánica fuera lo suficientemente débil para permitir el paso de los continentes sin deformarse.
En 1929 Wegener sufrió una oleada de oposiciones científicas ante su teoría, a pesar de ello, escribió la cuarta y última edición de su libro, manteniendo sus mismas y básicas ideas.
Tras su muerte en 1930, alrededor del 1950 esta teoría fue cogiendo fuerza debido al desarrollo de las técnicas modernas que ponen en práctica los científicos para medir el desplazamiento gradual de los continentes.

Para visitar las fuentes de información pinche aquí


3. Opinión personal sobre las teorías de Wegener.

Mi opinión acerca de la teoría de la deriva continental y la tectónica de placas es que la hipótesis de Alfred Wegener tiene sentido y coherencia si se tiene en consideración pero personalmente creo que carece de argumento, digamos que se limita a afirmar la teoría como dogmáticamente cierta sin ofrecer cierta cantidad considerable de pruebas convincentes y razonadas que lo confirmen.
Creo que coincido más con el marino y profesor de geología H. Hess, que formuló la teoría de la expansión del fondo oceánico: el fondo oceánico se encuentra en las dorsales, se desplaza y se destruye en las zonas de subducción. Escojo esta teoría en especial porque para mí guarda mucho sentido, y por si fuera poco, está probada y legitimada con el descubrimiento de la distribución en bandas de las anomalías magnéticas a los lados de las dorsales oceánicas realizadas a principios de los años 60 del siglo pasado por F. Vine, D. Matthews, L. Morley y A. Larochelle.
En conclusión, opino que todas las hipótesis y teorías deben tenerse en consideración, sin embargo es necesario un buen razonamiento y una argumentación que apoye y confirme la idea.


Fuente de información y fotografías: mi libro de Cultura Científica y Biología.

Sara Arduña Lázaro 1ºE

lunes, 21 de diciembre de 2015

1.2 Foro de debate: Alfred Wegener, un hereje de la Ciencia


Alfred Wegener


Alfred Lothar Wegener (Berlín, 1880 - Groenlandia, 1930), geofísico y meteorólogo alemán que formuló la teoría de la deriva continental.
Hijo de un pastor protestante, se interesó por la astronomía y la meteorología además de la física. Se licenció en Berlín y luego trabajó en el Observatorio Aeronáutico de Lindenberg, donde ya se encontraba su hermano Kurt; en este período participó en numerosas ascensiones en globo.
En 1906 tomó parte en una expedición danesa a Groenlandia; en dicha ocasión inició una interesante colaboración con el famoso meteorólogo Wladimir Köppen, con cuya hija se casaría más adelante. Después de otro viaje de estudios a América del Sur, se estableció en el Observatorio de Marburgo, y en 1910 empezó a publicar una serie de volúmenes destinados a ilustrar las diversaspropiedades de la atmósfera.

A esta época se remonta el germen de la idea de la deriva continental: la semejanza de los perfiles de las costas de África y América del Sur le había impresionado profundamente. Por otra parte, ya hacía tiempo que los biólogos hablaban de algún tipo de enlace entre África y América para explicar la existencia en ambos continentes de fósiles similares. El primer artículo de Alfred Wegener sobre la deriva continental se publicó en el año 1912, pero topó con una feroz oposición en los ambientes científicos; sólo algunos geodestas intentaron valorar su credibilidad mediante mediciones de latitud.
Ese mismo año Wegener participó en otra expedición a Groenlandia en busca de pruebas que confirmaran su teoría. Combatió en la Primera Guerra Mundial y, durante un permiso, preparó su famoso libro El origen de los continentes y los océanos (1915). Al finalizar la guerra, ejerció como profesor en Hamburgo, y en 1924 se trasladó a Graz. En 1930 participó en una última expedición a Groenlandia, siempre en busca de nuevos indicios; sin embargo, desapareció entre los hielos y su cuerpo no fue encontrado hasta el año siguiente.


El nombre de Alfred Wegener quedará asociado para siempre a la teoría de la deriva continental, que le ocasionó no pocos disgustos en vida. En 1911 se interesó por el descubrimiento de restos fósiles de vegetales de idénticas características morfológicas hallados en lugares opuestos del Atlántico. La paleontología ortodoxa explicaba tales fenómenos recurriendo a hipotéticos puentes de tierra firme que en su día unieron las diferentes masas continentales.
Las similitudes entre los perfiles opuestos de los continentes de América del Sur y África le sugirieron la posibilidad de que la igualdad de la evidencia fósil se debiera a que ambos hubieran estado unidos en algún momento del pasado geológico terrestre. En 1915 expuso los principios de su teoría en la obra El origen de los continentes y los océanos, que amplió y reeditó en 1920, 1922 y 1929.

Según Wegener, hace unos 300 millones de años los actuales continentes habrían estado unidos en una sola gran masa de tierra firme que denominó Pangea, la cual, tras resquebrajarse por razones desconocidas, habría originado otros nuevos contingentes terrestres sujetos a un movimiento de deformación y deriva que todavía perdura.

La teoría fue recibida de manera uniformemente hostil, y en ocasiones, incluso violenta, en buena parte por la inexistencia de una explicación convincente sobre el mecanismo de la deriva continental en sí. A partir de 1950, no obstante, las ideas de Wegener ganaron rápida aceptación gracias al desarrollo de las modernas técnicas de exploración geológica, en particular del fondo oceánico. Reformulada a partir de recientes descubrimientos, la teoría de la deriva continental se encuentra hoy totalmente consolidada.

Una de las objeciones a la teoría de Wegener procedió de la incapacidad para identificar un mecanismo capaz de mover los continentes por el planeta. Wegener sugirió dos mecanismos posibles:
1.            La fuerza gravitacional de la luna y el Sol ejercen sobre la Tierra y que provoca las mareas, argumentando que fuerzas maréales afectarían la corteza deslizándose como fragmentos separados sobre el interior. Harold Jeffresey (físico) contradijo esto argumentando que las fuerzas maréales de la magnitud necesaria para desplazar continentes habría frenado la rotación de la Tierra en pocos años.
2.            Los continentes más grandes y pesados se abrieron paso por la corteza oceánica; pero no existían pruebas que sugirieran que sugirieran que el suelo oceánico era lo suficientemente débil como para permitir el paso de los continentes sin deformarse en el proceso.
En 1929 era criticada por varias áreas de la comunidad científica pero igualmente sacó la cuarta edición de su libro manteniendo su hipótesis y agregando pruebas.En 1930 hizo un viaje a la zona glaciar de Groenlandia con el objetivo de estudiar le clima invernal de la zona, y continuo comprobando su hipótesis. Creía que determinaciones repetidas de la longitud en el mismo punto verificarían la deriva continental de Groenlandia desde Europa hacia el oeste. Aunque al principio los datos astronómicos eran prometedores más adelante trabajadores daneses no encontraron pruebas de la deriva continental. Su prueba fundamental fracasó y su hipótesis perdió crédito. Actualmente las técnicas modernas permiten detectar el desplazamiento que Wegener esperaba detectar.

Crítica a la hipótesis de Wegener

Además de la resistencia natural que encuentra toda gran teoría nueva, la hipótesis de la deriva continental de Wegener pasó por duras críticas basadas en dos aspectos principales:
1) Como prueba geológica de la deriva Wegener consideró algunos argumentos falaces al lado de otros muy buenos. Así, cuando los primeros fueron cuestionados y se puso en duda su validez, los otros también fueron rechazados como si hubieran sido equivalentes.
2) La ausencia de un mecanismo que explicase convincentemente la deriva.
Una de las críticas más fundamentadas contra la hipótesis wegeneriana partió del geofísico Harold Jeffreys, quien al publicar en 1924 la primera edición de su libro The Earth (La Tierra), criticó la hipótesis de la deriva continental afirmando que la fuerza de gravedad es mucho más fuerte que cualquier otra fuerza tangencial conocida que actúe en la corteza terrestre; como las capas continentales y oceánicas son tan fuertes como para soportar accidentes topográficos (como el Everest) y profundas cuencas oceánicas sin deshacerse lentamente bajo la acción de la gravedad, no sería factible que permitieran una deriva horizontal de bloques siálicos a lo largo del sima. Jeffrey se manifestó especialmente contra una aparente incongruencia de la hipótesis wegeneriana: si los continentes se desplazan mecánicamente en el sima subyacente, ¿por qué razón en la "proa" de los continentes el mismo sima opone tal resistencia que en el frente del continente ocurren arrugamientos que ocasionan el surgimiento de montañas? El sima, concluía Jeffreys, debería ser lo suficientemente blando como para permitir la deriva de bloques continentales, y la evidencia sísmica había demostrado que no lo era.
Esta y otras críticas consiguieron debilitar profundamente a Wegener, quien incluso encontró dificultades para obtener un puesto académico en Alemania; finalmente obtuvo el cargo de profesor adjunto en la Universidad de Graz, Austria. Murió en 1930, en los hielos de Groenlandia, y de él se dijo que su propia teoría lo había enceguecido al grado de no poder vislumbrar más la verdad.

Wegener se adelantó a su época con la hipótesis y por eso fue tan criticada, no tenía medios suficientes para demostrarla. Supuso un impacto tremendo tanto para la sociedad científica como para la no científica. Dicha hipótesis no era 100% cierta, como he dicho antes, por ejemplo que las fuerzas gravitatorias de la Luna y del Sol, es falso, sin embargo hoy en día pudimos demostrar muchos de los aspectos de su teoría son verdaderos. 






Fotos: 1, 2, 3
Información sacada de: aquí y aquí.


Trabajo de Paula Yan 1ºB

Foro sobre Alfred Wegener: Lucía Cabeza 1ºB

                                        Foro sobre Alfred Wegener

Alfred Wegener nació en Berlín el 1. ° De noviembre de 1880. Estudió meteorología y astrofísica en su ciudad natal y más tarde en Heidelberg e Innsbruck. Después de doctorarse en 1904, comenzó a trabajar en el Observatorio Aerodinámico de Lindenburg.
 A partir de 1909 sirvió la cátedra de meteorología, astronomía práctica y física cósmica en la Universidad de Marburgo (Alemania). Integró varias expediciones a Groenlandia.

En 1912, Wegener conoció a Else Köppen, quien en 1913 se convirtió en su esposa. En 1924 fue catedrático de Meteorología en la Universidad de Graz (Austria) de 1924 a 1930. Renovó la idea de que todos los continentes estuvieron en un momento dado unidos en una gran área de tierra que él llamó Pangea. Su teoría de la deriva parecía más aparente que la de puentes terrestres que conectaban todos los continentes.
Propuso un mecanismo para la deriva continental que centró en su afirmación que la rotación de la tierra originó una fuerza centrífuga hacia el ecuador. Pensaba que Pangea se originó cerca del Polo Sur y que la fuerza centrífuga del planeta originó que el Protocontinente se rompiera y los continentes resultantes vayan a la deriva hacia el ecuador. Sus teorías, descritas en El origen de los continentes y de los océanos (1915), no fueron corroboradas por los científicos hasta el año 1960, cuando la investigación oceanográfica descubrió el fenómeno conocido como expansión del fondo del mar.

     El propio Alfred Wegener en uno de sus viajes. Imagen sacada de esta página: Aquí

Wegener fue un gran profesor, un eminente teórico y un valeroso explorador, y sorprendía agradablemente a sus alumnos al ilustrar sus clases con fotografías obtenidas en sus expediciones.

El científico emprendió otra gran expedición a Groenlandia en búsqueda de pruebas de la deriva continental. Falleció recién cumplidos sus 50 años, el 2 de noviembre de 1930, cuando realizaba el viaje de regreso de la estación Eismitte, donde había llevado provisiones, durante una noche polar a 54 °C bajo cero y en medio de una tormenta.
Entre sus numerosos viajes cabe destacar el primero, en  1908, donde fue a Groenlandia  en una expedición del danés Ludwig  Mylius-Erichsen, que tuvo como objetivo explorar la última pieza desconocida de la costa noreste de Groenlandia. Wegener construyó la primera estación meteorológica en Groenlandia, Danmarksshavn.
En cuanto a los premios y reconocimientos que tiene se ha de saber la existencia de dos cráteres con su nombre, uno en Marte y otro en la Luna, también un asteroide lleva este peculiar nombre y finalmente el premio Alfred Wegener del Instituto Alfred Wegener, que rinde obviamente homenaje a este gran científico, creado en 1980.

La propuesta de Wegener no fue muy discutida hasta 1924, cuando su libro fue traducido al inglés, francés, español y ruso. Desde ese momento hasta su muerte, en 1930, su hipótesis de la deriva tuvo muchas críticas hostiles. El respetadlo geólogo norteamericano R.T Chamberlain afirmó: “ La Hipótesis de Wegener es en general del tipo de las hipótesis poco fundadas, en las que se toman considerables libertades con nuestro planeta, y está menos ligada por restricciones o atada por hechos desagradables e inconvenientes que la mayoría de sus teorías rivales. Su atractivo parece radicar en el hecho de que se desarrolla un juego en el cual hay pocas reglas restrictivas y un código de conducta poco estipulado “



 R.T Hon Neville  Chamberlain. Imagen sacada de esta página: Aquí


Rechazo de la hipótesis de la deriva continental


Una de las principales objeciones a la hipótesis de Wegener parece haber procedido de su incapacidad para identificar un mecanismo capaz de mover los continentes a través del planeta. Wegener sugirió dos mecanismos posibles para la deriva continental. Uno de ellos era la fuerza gravitacional que la Luna y el Sol ejercen sobre la tierra y que provoca las mareas. Wegener argumentaba que las fuerzas mareales afectarían principalmente la capa más externa de la Tierra, que se deslizaría como fragmentos continentales separados sobre el interior. Sin embargo, el destacado físico Harold Jeffreys contesto correctamente con el argumento de que las fuerzas mareales de la magnitud necesaria para desplazar los continentes habrían frenado la rotación de la Tierra en cuestión de unos pocos años.
Wegener sugirió también, de manera incorrecta, que los continentes más grandes y pesados se abrieron paso por la corteza oceánica de manera muy parecida a como los rompehielos atraviesan el hielo. Sin embargo, no existían pruebas que sugirieran que el suelo oceánico era lo bastante débil como para permitir el paso de los continentes sin deformarse él mismo de manera apreciable en el proceso.
En 1929, una fuerte oposición a la idea de Wegener procedía de todas las áreas de la comunidad científica. A pesar de estas afrentas, Wegener escribió la cuarta y última edición de su libro, manteniendo su hipótesis básica y añadiendo nuevas pruebas de apoyo.
En 1930, hizo su cuarto y último viaje a la zona glaciar de Groenlandia. Aunque el objetivo fundamental de esta expedición era estudiar el duro clima invernal en esta isla cubierta de hielo, Wegener continuó comprobando su hipótesis de la deriva continental. Wegener creía que las determinaciones repetidas de la longitud en el mismo punto exacto verificarían la deriva de Groenlandia hacia el oeste con respecto a Europa. Aunque los primeros esfuerzos en los que se utilizaron métodos astronómicos parecían prometedores, los trabajadores daneses que tomaron las medidas en 1927, 1936, 1938 y I 948 no encontraron pruebas de la deriva. Por tanto, la prueba fundamental de Wegener fracasó y su hipótesis perdió crédito. En la actualidad las técnicas modernas permiten a los científicos medir el desplazamiento gradual de los continentes que Wegener había esperado detectar.

En noviembre de 1930, mientras volvía de Eismitte (una estación experimental localizada en el centro de Groenlandia), Wegener murió junto con su compañero. Su intrigante idea, sin embargo, no murió con é1.
¿Qué fue mal? ¿Por qué no fue capaz Wegener de modificar el punto de vista científico establecido de su época?
En primer lugar, aunque el núcleo de su hipótesis era correcto, contenía muchos detalles incorrectos. Por ejemplo, los continentes no se abren paso a través del suelo oceánico, y la energía de las mareas es demasiado débil para impulsar el movimiento de los continentes. Además, para que cualquier teoría científica exhaustiva gane aceptación, general, debe hacer frente al examen crítico desde todas las áreas de la ciencia. Esa misma idea fue comentada muy bien por el propio Wegener en respuesta a sus críticos cuando dijo:< más primitivos, y la verdad de la cuestión sólo puede alcanzarse combinando todas estas pruebas. A pesar de la gran contribución de Wegener a nuestro conocimiento de la Tierra, no todas las pruebas apoyaban la hipótesis de la deriva continental como él la había formulado. Por consiguiente, el propio Wegener respondió a la misma pregunta que probablemente él debió formularse muchas veces. .
Aunque muchos de los contemporáneos de Wegener se oponían a sus puntos de vista, incluso hasta considerarlo claramente ridículo, unos pocos consideraron plausibles sus ideas. Entre los más notables de este último grupo se encontraba el eminente geólogo sudafricano Alexander du Toit y el bien conocido geólogo escocés Arthur Holmes. En 1937, du Toit publicó Our Wandering Continents, donde eliminó algunos de los puntos más débiles de la teoría de Wegener y añadi6 una gran cantidad de nuevas pruebas en apoyo de su revolucionaria idea.

 El geólogo Arthur Holmes de joven. Imagen sacada de esta página: Aquí

En 1928 Arthur Holmes propuso el primer mecanismo impulsor plausible para la deriva continental. En el libro de Colmes Geológica física, elaboraba esta idea sugiriendo que las corrientes de convección que actúan dentro del manto eran responsables de la propulsión de los continentes a través del planeta.
Para estos pocos geólogos que continuaron la búsqueda, el apasionante concepto del movimiento de los continentes atraía su interés. Otros consideraban la deriva continental como una solución a observaciones previamente inexplicables. Sin embargo, la mayor parte de la comunidad científica, en especial en Norteamérica, rechazó abiertamente la deriva continental o al menos la trató con un escepticismo considerable.
En las dos décadas siguientes al fallecimiento de Wegener en 1930, se arrojó muy poca luz nueva sobre la hipótesis de la deriva continental. Sin embargo, a mediados de la década de los años cincuenta, empezaron a surgir dos nuevas líneas de evidencia, que cuestionaban seriamente la comprensión científica básica del funcionamiento de la Tierra. Una línea procedía de las exploraciones del suelo oceánico y se tratará más adelante. La otra línea de pruebas procedía de un campo relativamente nuevo: el paleomagnetismo.
El campo magnético de la Tierra y el paleomagnetismo
Cualquiera que haya utilizado una brújula para orientarse sabe que el campo magnético de la Tierra tiene un polo norte y un polo sur magnéticos. En la actualidad estos polos magnéticos se alinean estrecha, pero no exactamente, con los polos geográficos. (Los polos geográficos, o polo norte y polo sur verdaderos, son los puntos en los que el eje de rotación terrestre hace intersección con la superficie.) El campo magnético de la Tierra es similar al generado por una barra imantada. Líneas de fuerza invisibles atraviesan el planeta y se extienden de un polo magnético al otro. La aguja de una brújula, un pequeño imán con libertad para rotar sobre un eje, se alinea con esas líneas de fuerza y apunta hacia los polos magnéticos.


A diferencia de la fuerza de gravedad, no podemos percibir el campo magnético de la Tierra; su existencia se revela porque desvía la aguja de una brújula. De una manera parecida, ciertas rocas contienen minerales que sirven como. Estos minerales ricos en hierro, como la magnetita, son abundantes en las coladas de lava de composición basáltica. Cuando se calientan por encima de una temperatura conocida como el punto de Curie, estos minerales magnéticos pierden su magnetismo. Sin embargo, cuando esos granos ricos en hierro se enfrían por debajo de su punto de Curie (aproximadamente 585 "C para la magnetita), se magnetizan de manera gradual según una dirección paralela a las líneas de fuerza magnéticas existentes en ese momento. Una vez que los minerales se solidifican, el magnetismo que poseen permanecerá en esa posición. A este respecto, se comportan de manera muy parecida a como lo hace la aguja de una brújula: hacia la posición de los polos magnéticos existentes cuando se enfriaron. Luego, si la roca se mueve, o si cambia la posición del polo magnético, el magnetismo de la roca conservará, en la mayoría de los casos, su alineamiento original. Las rocas que se formaron hace miles o millones de años y que contienen un. , de la dirección de los polos magnéticos en el momento de su formación se dice que poseen magnetismo remanente o paleomagnetismo.

 Esta imagen ha sido sacada de un blog de cultura científica: Aquí

En mi opinión personal no creo estar capacitada para dar mi opinión sobre este tema, ya que como he comentado más de una vez, no hay nada que me fastidie más que las personas hablen sobre temas de los que saben lo superficial – como me pasa a mí en este caso – Pero sin este impedimento, diré que estoy de acuerdo con las ideas de Wegener ya que no deja de ser un genio en su época, y cuando digo genio no me refiero a alguien con un talento descomunal en el caso de Leonardo Da Vinci o Mozart, sino alguien que, aunque la mayor parte del mundo le dijese que no, seguir con su idea y su investigación. A mi modo de ver es muy fácil alcanzar el reconocimiento y el éxito cuando todo el mundo está a tu favor, pero, ¿Cuántos duran cuando vas a contra corriente? Creo que debe de ser muy difícil ver cómo crees en algo por lo que el resto de la gente te crítica e infravalora tu trabajo, es decir, llegar al punto en el que las personas ya ni respetan tu labor a  de ser muy duro. Obviamente estoy dando mi punto de opinión en un campo puramente subjetivo, habrá gente que diga que acertó en parte, ya que tuvo fallos, y otras personas que se limitaran hacer una lista de sus logros y aspiraciones, sin embargo, para mí, lo más importante es esa persistencia y lucha por sus ideas y sueños, al fin y al cabo ¿Cuánto tardamos en comprender que la Tierra no es plana? Yo creo que en este caso sucede lo mismo, y lejos de ver los fallos considero más importante el poner la idea principal, esa por así llamarla semilla, que corregir los fallos, que también es importante.

Así pues, para finalizar, espero que este trabajo os haya gustado o por lo menos que no os haya parecido tedioso.

Información sacada de: - El libro de Cultura Científica de 1 Bachillerato
-          De la siguiente página web: Aquí y Aquí
Lucía Cabeza Ferrero 1ºB

Por desgracia las imágenes no se ven, si se pincha en todo los enlaces saldrá la diferente información y contenidos.

Trabajo 1.2 Foro de debate: Alfred Wegener, un hereje de la Ciencia.




Alfred Wegener, un hereje de la ciencia

Vida y descubrimientos

Alfred Wegener, (1880-1930), meteorólogo alemán conocido sobre todo por defender la teoría de la deriva de los continentes en una época en que los medios tecnológicos para demostrarla no se habían desarrollado todavía. Fue profesor de meteorología en la Universidad de Graz desde 1924 hasta 1930. A partir de diversas evidencias, renovó la idea de que todos los continentes estuvieron en un momento dado unidos en una gran área de tierra que él llamó Pangea. Más tarde sostuvo que ese supercontinente habría comenzado a dividirse hace aproximadamente 200 millones de años en dos partes: una norte, que él llamó Laurasia, y una sur llamada Gondwana por el geólogo austriaco Eduard Suess. Las teorías de Wegener, descritas en El origen de los continentes y de los océanos (1915), no fueron corroboradas por los científicos hasta 1960, cuando la investigación oceanográfica reveló el fenómeno conocido como expansión del fondo del mar. Wegener murió durante una expedición a Groenlandia.


















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Criticas a sus ideas
Una de las críticas más fundamentadas contra la hipótesis wegeneriana partió del geofísico Harold Jeffreys, quien al publicar en 1924 la primera edición de su libro The Earth (La Tierra), criticó la hipótesis de la deriva continental afirmando que la fuerza de gravedad es mucho más fuerte que cualquier otra fuerza tangencial conocida que actúe en la corteza terrestre; como las capas continentales y oceánicas son tan fuertes como para soportar accidentes topográficos (como el Everest) y profundas cuencas oceánicas sin deshacerse lentamente bajo la acción de la gravedad, no sería factible que permitieran una deriva horizontal de bloques siálicos a lo largo del sima. Jeffrey se manifestó especialmente contra una aparente incongruencia de la hipótesis wegeneriana: si los continentes se desplazan mecánicamente en el sima subyacente, ¿por qué razón en la "proa" de los continentes el mismo sima opone tal resistencia que en el frente del continente ocurren arrugamientos que ocasionan el surgimiento de montañas? El sima, concluía Jeffreys, debería ser lo suficientemente blando como para permitir la deriva de bloques continentales, y la evidencia sísmica había demostrado que no lo era.
Esta y otras críticas consiguieron debilitar profundamente a Wegener, quien incluso encontró dificultades para obtener un puesto académico en Alemania; finalmente obtuvo el cargo de profesor adjunto en la Universidad de Graz, Austria. Murió en 1930, en los hielos de Groenlandia, y de él se dijo que su propia teoría lo había enceguecido al grado de no poder vislumbrar más la verdad.
Opinión
En mi opinión, la lección más importante que extraigo de toda esta historia, es que se ha podido llegar a la explicación de todas las evidencias que sugería esta teoría mediante la integración de datos de distintas disciplinas. Lógicamente apoyo la ideas de wegener, debido a  que se pueden demostrar a ciencia cierta su veracidad .Ya que esta nos revela un planeta cambiante y dinámico, en el que los continentes,  se mueven y transforman de manera continua. 

Video explicativo: https://www.youtube.com/watch?v=v-yH-QfT4n0

Bibliogafía:


domingo, 20 de diciembre de 2015

Wegener un genio incomprendido

WEGENER: DERIVA CONTINENTAL


Alfred Lothar Wegener nació en Berlín en 1880 y murió en Groenlandia en 1930, era hijo de un pastor protestante, en sus estudios se interesó por la astronomía y la meteorología, además de la física. Se licenció en Berlín y luego trabajó en el Observatorio Aeronáutico de Lindenberg, donde ya se encontraba su hermano Kurt; en este período participó en numerosas ascensiones en globo.
Realizó varios viajes para sus estudios de la atmósfera, y en 1910 empezó a publicar una serie de volúmenes destinados a ilustrar las diversas propiedades de la atmósfera. En tiempos posteriores a Wegener le surgiría la teoría de la deriva continental. El primer artículo de Alfred Wegener sobre la deriva continental se publicó en el año 1912, pero topó con una feroz oposición en los ambientes científicos; sólo algunos geodestas intentaron valorar su credibilidad mediante mediciones de latitud. Para estos estudios realizó varias expediciones a Groenlandia. Combatió en la Primera Guerra Mundial, y con un permiso especial publicó su famoso libro El origen de los continentes y los océanos.
En 1912 presentó sus primeros trabajos sobre la deriva continental. En estos artículos estaban las bases de la que posteriormente Wegener la llamaría deriva continental. Pero por desgracia nadie hizo el más mínimo caso, los científicos consideraba su idea como loca y sin fundamentos. Ciertamente, en la teoría de Wegener había un gran problema, era que no supo explicar cómo se produjo esos movimientos, que posteriormente separarían a los continentes.
Tiempo después en 1923 cuando algunos geólogos ingleses empezaron a tomar esas ideas y a debatir sobre ellas. Pero no sería hasta la década de los cincuenta y los sesenta, con nuevos descubrimientos y la aparición en escena de la tectónica de placas, esta última teoría sirvió de sustento para la deriva continental, ya que con ella se podía explicar los movimientos laterales de los continentes.
Wegener murió antes de que sus descubrimientos fueran aceptadas.
La opinión que dejo sobre la situación que fue sometida las ideas de Wegener es la siguiente:

No voy a entrar en polémicas de cómo debe tomarse los científicos las investigaciones un compañero de oficio, pero he de decir que no hay que tomarse a la ligera cualquier hipótesis que tenga fundamentos. No me puede postar en el lado de nadie, ya que estos casos ocurren con más frecuencia de la imaginada, pero se podría decir que Wegener como muchos otros científicas tuvieron mala suerte, publicaron sus estudies en épocas donde los medios para demostrar dichas afirmaciones es muy difícil, si hubiese Wegener nacido más tarde donde la tecnología estuviese más avanzada puede que las cosas hubiesen sido mucho más distintas.  
 
La imagen pertenece a esta página. 
Fuentes obtenidas de aquí.
Lieguo Yu 1ºE

sábado, 19 de diciembre de 2015

T1.2 Foro de debate: Alfred Wegener, un hereje de la ciencia

T1.2 Foro de debate: Alfred Wegener, un
 hereje de la ciencia


Vida de Alfred Wegener.

Alfred Lothar Wegener  (Berlín,  Alemania,  1880- Groenlandia , 1930).
Graduado en astronomía a los veinticuatro años y en meteorología poco tiempo después. Realizada viajes en globo junto a su hermano Kurt para estudiar la atmósfera, llegando a estar cincuenta y dos horas en el aire, batiendo así un récord del mundo.
En 1906, viajó por primera vez a Groenlandia para  realiza una expedición a Groenlandia. Durante los dos años de expedición, realizó trabajos de investigación sobre la meteorología y la cartografía del lugar.
En  1908, inicia su labor como profesor de Astronomía y de Meteorología en la Universidad de Marburg, y en 1912 vuelve a una segunda expedición a Groenlandia acompañado del explorador J. P. Koch. Fue un viaje poco productivo. 
Su investigación se detuvo debido a que fue reclutado para la Primera Guerra Mundial.
En 1924 publica "Die Klimate der Geologischen Vorzeit" ("El clima en el transcurso del tiempo geológico") junto a  Wladimir P. Köppen. Tras su muerte, ocupa la dirección del Departamento de Investigaciones Meteorológicas del Observatorio de la Marina en Hamburgo.
En 1926, aceptar una cátedra de Meteorología y Geofísica de la Universidad de Graz (Austria).
La tercera expedición a Groenlandia se inició el 1 de noviembre de 1930 acompañado de Villumsen. Ambos murieron durante la expedición, el cadáver de Wegener fue encontrado 5 meses después, pero no el de su compañero.

Concepción del mundo en el siglo XX.
Para lograr entender por qué fue tan criticada la teoría propuesta por Wegener, es necesario conocer el paradigma científico de la época. Durante el siglo XX se defendía la teoría de que la Tierra era sólida y rígida, todo lo contrario de lo que Wegener propone. Se suponía que la Tierra era en un principio  una masa en fusión que se hallaba en un proceso de enfriamiento y solidificación y, por lo tanto, de contracción. Los materiales más ligeros habrían ascendido a la superficie originando las rocas ígneas y metamórficas y otros sedimentos asociados y en la parte más interna, estarían las rocas más densas: basalto, al gabro o a la peridotita.
Las montañas se interpretaban como la causa de la contracción terrestre. Una presión en forma de arco hacía que ciertos sectores de la superficie terrestre se hundieran originando océanos, mientras que los continentes permanecerían firmes sobre las aguas formando bloques no fracturados o "horsts". Con el paso del tiempo, ciertas zonas continentales se hundieron de modo que fueron cubiertas por el mar.
Para explicar la conexión que había entre los fósiles de distintos continentes, plantean la existencia de puentes intercontinentales que los conectaban en las profundidades del fondo oceánico.
En 1910, F.B. Taylor elabora ya la primera hipótesis sobre los "desplazamientos continentales”. Para defender su idea, en su obra "Bearing of the Tertiary mountain belt on the origin of the Earth's plan, no se basa en que los perfiles de los continentes coinciden, sino en la disposición de las cadenas montañosas del Terciario en Eurasia, su geometría explicaría ese desplazamiento.


Los descubrimientos de Wegener

Tras sus expediciones a Groenlandia, Wegener observó el desplazamiento de los bloques de hielo pensando que podría ocurrir un movimiento análogo de los continentes en los fondos coeánicos. En su teoría “La deriva continental” expone que los continentes se desplazan sobre los fondos oceánicos, de manera que en un principio, se encontraban formando un supercontinente llamado Pangea. Las características de la deriva continental vienen recogidas en esta tabla:

Mecanismo de movimiento de los continentes
Los continentes se deslizan sobre los inmóviles fondos oceánicos
Fuerza que les permite desplazarse
Supone que la rotación terrestre
Causas de los relieves
Arrugas que se producen cuando los continentes se desplazan


El hecho de que no consiguiera encontrar una fuerza lógica que explicara este movimiento restó credibilidad a su teoría.
Esta hipótesis la expuso por primera vez en enero de 1912 en una conferencia celebrada en Frankfurt. Más tarde, en ese mismo año"Die Entstehung der kontinente" (El origen de los continentes), en el "Pettermans Mitteilungen" y en la "Geologische Rundschau". La primera versión en forma de libro, data de 1915  "Die Entstehung der kontinente und ozeane" (El origen de los continentes y de los océanos. La edición de 1929, más elaborada, presenta una mayor cantidad de evidencias, particularmente interesantes desde un punto de vista paleoclimático.
Las pruebas que evidenciaban la veracidad de la teoría de Wegener son:

-Pruebas geográficas: Podemos observar con claridad, que los perfiles de los continentes encajan perfectamente entre sí, lo cual lleva a pensar que en un inicio estuvieron unidos.


 -Pruebas paleoclimáticas: La huella dejada por la erosión del hielo en la Edad de Hielo, solo cobra sentido si los continentes hubieran estado unidos.

-Pruebas paleontológicas: se observa que en distintos continentes, aparecen fósiles de una misma especie. Y se trata de especies que eran terrestres, por lo que no podrían haber cruzado el océano.


Para ver un vídeo sobre la teoría de la Deriva Continental pinche aquí.

La despreciacón de la Teoría de Wegener

El geofísico H. Jeffreys, fue el crítico más duro e influyente de todos en contra de la teoría de los desplazamientos de los continentes. Este, miembro de la que se podría denominar "escuela geofísica de la Tierra ultrasólida", consideraba que se podía demostrar de manera definitiva que la Tierra poseía una rigidez demasiado grande como para permitir que los continentes se trasladen por su superficie. 
En el Simposio de 1926 de la Asociación Americana de Geólogos del Petróleo, el geólogo R. T. Chamberlin, muestra una lista   de 18 puntos que, según él, destruían la teoría. Schuchert, paleogeógrafo de Yale,  creía que las similitudes de flora y fauna entre continentes se explicaba por la existencia de algún puente terrestre, como  en el Ártico y discutía la precisión de los encajes continentales, que implicaban serias distorsiones cartográficas.
G.G. Simpson, paleontólogo norteamericano, en nombre redactó en 1943 un artículo robusto y convincente, en contra de las ideas de Wegener  y en el cual destruía la alternativa del puente intercontinental de la deriva a favor de la idea de que los animales cruzaran el océano por azar. Años más tarde, no obstante, este autor acabó aceptando la deriva continental como cierta,  ante las numerosas evidencias de la Geofísica oceánica.  

Opinión personal

Obviamente, mi posición se encuentra del lado de Wegener, debido a las evidencias científicas y experimentales de las que consta su teoría. La posterior Teoría de la Tectónica de placas, ha demostrado que en su mayoría Wegener había acertado, a excepción de la causa del movimiento de los continentes y el origen de los relieves. Pero mi opinión es esta porque vivo en el siglo XXI, donde la tecnología ha avanzado a pasos gigantescos y nos ha permitido conocer con claridad muchos procesos que antes, debido a la falta de material, era imposible. Por esta razón veo muy comprensible que, cuando Wegener propusiera esta teoría no fuera aceptada. El paradigma en el que se encontraban en el siglo XX era para los geólogos de la época la verdad más clara y absoluta, de manera que la llegada de una explicación que su ponía un cambio tan radical era inaceptable. Esto mismo ocurrió cuando se trató de explicar el origen de la humanidad, en la antigüedad se creía que el creador era Dios, y la idea de que procediéramos de los simios era increíble. Hasta que a medida que la ciencia avanza y las hipótesis se pueden comprobar, no son aceptadas por la gente. Por si este ejemplo no hubiera sido suficiente, imaginémonos que mañana un científico nos dijera que en realidad el interior de la tierra está hueco, es un conjunto de átomos que se mueve a tal velocidad que producen una fuerza centrífuga que desplaza los continentes y produce calor. Nadie lo tomaría como cierto y quizá, tras varios años de investigación, esta hipótesis podría conocerse como completamente verdadera. La historia es cíclica y como expone Thomas Kuhn en su libro “La estructura de las revoluciones científicas” en cada época se establece un paradigma científico, capaz de explicar todos la experiencias a las que es sometido. Cuando comienzan a surgir anomalías (que el paradigma no sea capaz de explicar) se considera un error del observador, pero no se admite que el paradigma sea erróneo. Sólo cuando las anomalías lo hagan evidente, se producirá una revolución científica en la que se generará un nuevo paradigma. Este mismo proceso ha tenido lugar en la geología gracias a Wegener.  



Las fotografías las he tomado de mi libro de texto, posteriormente indicado.




Fuentes

- Libro de Cultura Científica para 1º de Bachillerato, Bruño. ISBN: 978-84-696-0936-1                     
- Libro de Biología y geología 4º ESO, Santillana. ISBN: 978-84-680-0028-2 



Pablo Zarcero 1ºE