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lunes, 21 de septiembre de 2015

La primera entrada de ciencias en el blog por Lucía Cabeza Ferrero 1ºB


         "¿Tiene curiosidad por saber a que denominan los científicos superpredador?"
Con esta pregunta empieza el articulo de Rafael  Bachiller sobre el poder depredador del hombre, con este mismo nombre. De manera clara y precisa nos explica cómo los seres humanos según sus actos pueden ayudar a regular la cadena alimenticia o puede acabar con miles de especies. El ser humano es un superpredador porque no tiene a un animal por encima, de esta manera, el ser humano puede crear, por así decirlo, treguas entre dos razas de animales que compitan entre sí y que estén en el mismo peldaño en la cadena alimenticia; aunque hay que decir que una especie superpredadora, introducida de manera más o menos repentina puede desestabilizar completamente el ecosistema en el que vive. También se nos dan ciertos datos sobre el efecto del ser humano en lo que es en sí el ecosistema. Por ejemplo, el ritmo de explotación ejercido sobre grandes carnívoros es nueve veces mayor que el de la depredación mutua de estas especies en la naturaleza; y aunque el ser humano es omnívoro y puede elegir que presas comer y que animales no devorar, hemos llegado a un punto en el cual la presión ejercida por los seres humanos sobre grandes animales terrestres carnívoros es más elevada que la de los herbívoros.
       Después de todos estos datos que nos dan, nos ponen un ejemplo de qué sucede si el ser humano actúa o no sobre una especie. El ejemplo que nos da se trata de un experimento que sin duda tuvo un resultado asombroso.
Levi+01      El experimento era el siguiente, por pura fortuna, durante la segunda guerra mundial, un grupo de americanos estuvo durante un tiempo en una pequeña isla desierta para la instalación de un sistema de radio navegación, en el momento en el que terminaron la investigación abandonaron las instalaciones y a un grupo de 29 renos en unas condiciones de vida pésimas, esto fue en el año 1944. Años después, en 1957, la población de renos había aumentado de 29 a 1350 miembros muy saludables ya que no tenían a ningún depredador superior. Paso más tiempo y en el año 1963
volvieron a ir a la isla, y se encontraron una población de 6.000 renos pero ya no estaban tan saludables. Cuando volvieron en el año 1966, la población había bajado a 42 renos debido a los duros inviernos y a las fuertes nevadas, el último reno murió en 1982.
     Así pues hemos visto que los límites son malos, no podemos acabar con todas las especies que existen en la Tierra, pero si dejamos que la naturaleza actúe por si misma, muchas de estas especies morirían de todas formas. Y mientras sucede esto la población mundial de hombres y mujeres sigue creciendo por lo cual se necesita más comida, más animales y más muertes; así que el punto medio es imposible.
   Si queremos saber quién es el superpredador solo tenemos que mirarnos al espejo.
   Si queremos conservar nuestro maravilloso ecosistema debemos de cambiar las formas de caza y pesca entre otras cosas, y por encima de todo debemos poner límites a nuestra capacidad de depredación.

Por Lucía Cabeza Ferrero 1ºB


Imagen sacada de aquí
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