Beber en exceso perjudica la cicatrización ósea
Los investigadores de la
Universidad de Loyola (EE.UU.) han descubierto que el consumo excesivo de alcohol,
además de los muchos efectos nocivos que tiene,
dificulta la curación ósea tras una fractura.
Los científicos usaron ratones
para llevar a cabo dicha investigación. A un grupo les administraron tres veces
el límite de alcohol permitido para conducir y al otro grupo solución salina.
Con este experimento se ha
descubierto que:
- Los ratones que habían consumido alcohol, tenían el callo óseo (tejido duro que se forma alrededor de los extremos de los huesos fracturados) menos mineralizado y el hueso que se formaba era más débil.
- El nivel estrés oxidativo de los ratones expuestos al alcohol era significativamente más alto que los que no estaban bajo sus efectos. El estrés oxidativo es un proceso que afecta las funciones celulares normales.
- Durante el proceso de curación nuestro cuerpo envía células madre inmaduras al lugar de la fractura. Allí estas células maduran hasta convertirse en células óseas. Las proteínas SDF-1 y de OPN son las encargadas de reclutar las células madre para enviarlas a la lesión. Se ha comprobado que los ratones sometidos al alcohol tenían los niveles de OPN significativamente más bajos.
El equipo de investigadores de la Universidad de
Loyola está planeando estudiar con animales dos tratamientos para disminuir los
efectos negativos del alcohol sobre la cicatrización ósea. Uno basado en las
células madre para mejorar la cicatrización y otro mediante la administración del
antioxidante NAC para luchar contra el
estrés oxidativo.
Si finalmente estos tratamientos dan resultado en las
personas adictas al alcohol, es posible que también puedan acelerar la curación
ósea en los no bebedores.
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