Emociona ver las imágenes de las huellas del Curiosity sobre la superficie de Marte. El rover de la NASA, que aterrizó en el Planeta rojo el pasado agosto tras una maniobra que
y en la que la agencia espacial se jugaba su prestigio y el futuro de
la exploración marciana, ha dejado en el suelo arenoso la marca de sus
ruedas a medida que se traslada hacia un lugar denominado Glenelg, una intersección de tres tipos de terrenos que ha resultado interesante a los científicos para su análisis.
No es la primera vez que el vehículo robótico nos envía imágenes con la impresión de sus seis ruedas en el terreno, pero ésta, tomada por las cámara de navegación del vehículo, las Navcam, es especial. Recuerda enormemente a las huellas que los astronautas del Apolo 11 Buzz Aldrin y Neil Armstron
dejaron en su primera caminata sobre la Luna en julio de 1969. Aunque,
en vez de humanos, esta vez es un robot el que hace el trabajo.
Los pasos de los pioneros del Apolo
perdurarán probablemente durante millones y millones de años, porque la
Luna no tiene atmósfera y no hay viento que pueda borrarlos, pero no
ocurrirá lo mismo con los del Curiosity. Las investigaciones de las huellas de los rovers marcianos Spirit y Opportunity,
que llegaron a Marte en 2004, señalan que sus marcas apenas permanecen
un par de años de la Tierra sobre el terreno. Después, se las lleva el
viento.
Procedencia de la foto
Álvaro Luque Plaza 1ºG
El robot Curiosity está haciendo un buen trabajo en marte cogiendo muestras, así se puede saber más sobre ese planeta rojo.
ResponderEliminarDavid Herraez 1ºG