1. a) ¿Cuándo se caerá la Torre de Pisa?
Conocer la posición del centro de la gravedad es muy importante para calcular la estabilidad de vehículos, edificios y estructuras. Por ejemplo, un Fórmula 1 tiene su centro de gravedad muy bajo y por ello es muy difícil que vuelque, aún tomando una curva a 200km/h. sin embargo, un autobús de dos pisos tiene muy alto su centro de gravedad, y en las mismas condiciones que el Fórmula 1, no aguantaría mucho tiempo en la curva a esa velocidad.
En edificios de diseños atrevidos, como las dos torres de la Plaza de Castilla, el cálculo del centro de gravedad es fundamental para construir con exactitud la cimentación que soporta las estructuras.
Un edificio inclinado, como la Torre de Pisa, se caerá cuando el ángulo que forma con la vertical sea tal que su centro de gravedad quede ligeramente fuera de la base de sustentación del edificio. Por eso se realizaron obras con la intención de enderezarla, ampliar la base y reforzar sus cimientos.
b) ¿Cuánto pesas en el centro de la Tierra?
Si pudiéramos bajar hasta el centro de la Tierra y allí hubiera una cavidad, flotaríamos en ella. Esto es porque, por cada trozo de material de un cuerpo (que hipotéticamente se encuentre en el centro de la Tierra) que te atrae en una dirección, siempre hay un trozo simétrico que te atrae en la opuesta, de forma que el resultado de la suma de todas esas fuerzas es cero.
c) ¿Pueden existir gigantes de 17 metros?
La respuesta es no. Si multiplicamos la altura y, por tanto, todas las dimensiones de una persona por 10, el volumen y el peso se multiplicaría por 1000. Por lo tanto, si existiera una persona de 17 metros de altura y 70000 kilos de peso, la fuerza de gravedad la aplastaría contra la Tierra. Ni los huesos ni los músculos permitirían sostenerse en pie a ese gigante.
d) Prueba el modelo a escala de un agujero negro y explica qué ocurre.
Podemos observar que cuando dejamos caer una pelota a un hoyo, la pelota va cayendo en círculos en el hoyo hasta entrar dentro del él. Esto explica lo siguiente: los agujeros negros tienen un campo gravitatorio enorme y mucha masa, y los cuerpos con tanta masa atraen a los cuerpos con menor masa, que es, en este caso, la pelota.
2. Marte.
En sus dos polos hay hielo de agua y de dióxido de carbono. En el ecuador, la temperatura llega a ser benigna en el verano marcial y tiene una fina atmósfera, aunque de dióxido de carbono.
Las diversas naves que han aterrizado en Marte, nos han mostrado un pasaje rojizo, rocoso y polvoriento bajo un cielo de color rosado, a veces cubierto por el polvo que levanta el fuerte viento marcial.
Marte posee grandes cañones y cauces secos que indican que hace millones de años podría haber fluido agua líquida sobre su superficie. Es probable que en aquella época hubiera existido un océano en Marte, y con él, algún tipo de vida.
3. ¿Qué son los agujeros negros y qué conocemos de ellos?
Los agujeros negros son cuerpos con un campo gravitatorio grandísimo, que atrae a cuerpos de menor masa hacia ellos.
4. Yuri Gagarin.
El 12 de abril de 1961 a kas 9:07, hora de Moscú se lanzó al espacio una nave, Vostok- 1, que por primera vez llevó a un ser humano, Yuri Gagarin, a orbitar alrededor de la Tierra en un viaje que duró 108 minutos. Se alcanzaba así el mayor logro hasta entonces del programa espacial soviético, liderado por el ingeniero Sergéi Pávlovich Koroliov, y que había comenzado cuatro años antes el lanzamiento y puesta en órbita del primer satélite en octubre de 1957.
La explicación a estos sorprendentes logros consistía en que Koroliov, y el gran grupo de ingenieros y técnicos que lideraba, habían conseguido fabricar y poner a punto el potente cohete R-7 Smiorka, que permitía colocar en el espacio las cargas requeridas para misiones como las siguientes, auténticos hitos en la carrera espacial.
El 4 de octubre de 1957 se lanzó con éxito el Sputnik-1, el primer ingenio humano enviado al espacio. Sus famosos bis-bip, emitidos por radio y detectados en numerosas partes de la Tierra, asombraron al mundo. Menos de un mes más tarde, el 3 de noviembre de 1957, se puso en órbita el Sputnik-2 con el primer pasajero vivo: la perrita Laika.
El 14 de septiembre de 1959 el Lunik-2 consiguió impactar en la Luna y el 14 de septiembre de 1959 el lunik-3 fotografió por primera vez la cara oculta de nuestro satélite.
En enero de 1960, Koroliov y su equipo de ingenieros cosmonáuticos daban los retoques a una nueva versión del cohete R-7 denominada Vostok (Oriente), diseñada especialmente para el proyecto del mismo nombre y cuyo objetivo era poner un ser humano en órbita alrededor de la Tierra. El cohete transportaría una auténtica nave cósmica capaz de llevar a un cosmonauta alrededor de la Tierra y hacerlo regresar, sano y salvo, una vez cumplida su misión en el espacio. Pero antes, se hicieron varios vuelos de prueba para asegurar el éxito de la misión.
El primer intento se llamó Sputnik-4 y fue lanzado el 15 de mayo de 1960, llevando como tripulante un maniquí del peso de una persona y provisto de un corazón mecánico con venas y arterias. La siguen nave enviada se llamó Sputnik-5 y transportaba unos curiosos pasajeros: las perritas Belka y Strelka, un conejo, 2 cobayas 28 ratones blancos y negros, insectos y diversos especímenes de cultivos biológicos y semillas. Se lanzó el 19 de agosto de 1960 y tras 18 revoluciones alrededor de la Tierra, en respuesta al telemando oportuno, se encendieron los retrocohetes de descenso y la ave entró en la atmósfera según la trayectoria prevista. Los paracaídas funcionaron automáticamente y todos los animales llegaron a tierra sanos y salvos.
El 1 de diciembre de 1960 hubo un tercer intento de prueba, con las perras Pchiolka y Mushka, que falló en la reentrada, por lo que la fricción atmosférica destruyó la nave. Un cuarto intento, llevado a cabo el 22 de diciembre de ese mismo año, no consiguió poner en órbita a las perritas Shutka y Kometa y cayó en Tunguska, Siberia, pero afortunadamente los animales sobrevivieron. Posteriormente hubo otros dos lanzamientos más, que fueron satisfactorios y sirvieron, sobre todo, para perfeccionar las maniobras de reentrada en la atmósfera y la eyección de los paracaídas: el lanzado el 9 de marzo del 1961 con la perra Chernushka y el maniquí Ivan Ivanovich y el último, el 25 de marzo de 1961 con la perra Zviozdochka.
Mientras se desarrollaban las misiones de prueba, se estaba llevando a cabo el proceso de selección de candidatos para elegir el que sería el primer cosmonauta de la Historia.
Según Sergéi Koroliov, este primer grupo de cosmonautas debía estar constituido por hombres entre 25 y 30 años, no más altos de 1,75 metros y con un peso no superior a los 72 kilogramos, para facilitar su estancia y movimientos en una nave de reducidas dimensiones.
A finales de 1959 se había seleccionado ya a 20 pilotos de la fuerza aérea, que se sometieron a los entrenamientos y preparación adecuados. En julio de 1960 el grupo se redujo a seis y en las pruebas finales en enero de 1962, Yuri Alekseyeich Gagarin, de 27 años de edad, resultó el claro favorito.
En la madrugada del 12 de abril de 1962 en el cosmodromo Baikonur de Kazajstán, Yuri Gagarin, antes de acomodarse en la cabina, fue despedido por Sergéi Koroliov con las siguientes palabras: "Bien Yuri Alekseyeich, ha llegado la hora. Hay que instalarse." Un apretón de manos y Gagarin se dispuso a realizar la hazaña de su vida.
A las 9:07, hora de Moscú, se produjo el despegue , comenzando así el primer viaje espacial de un ser humano, que evidentemente fue el primero en ver nuestro frágil planeta desde el espacio.
Después de recorrer la órbita, ya en la maniobra de descenso, a los 7000 metro de altura, la escotilla de la cabina se desprendió y dos segundos más tarde el asiento de Gagarin fue eyectado, abriéndose su paracaídas de inmediato. El de la cabina del Vostok-1 se abrió más tarde, a 2500 metros del suelo. Finalmente, tras haber sobrevolado 33 países en 108 minutos, cosmonauta y nave espacial aterrizaron por separado y sin novedad en la vecindad de la aldea de Smelovka, a 23 kilómetros de la ciudad de Sarátov.
Yuri Gagarin recibió en vida todo tipo de honores y se convirtió en el símbolo de los éxitos tecnológicos de la URSS. Sin embargo, la identidad de Sergéi Koroliov, el artífice de la época dorada de supremacía soviética en el espacio, fue mantenida en secreto hasta su muerte en 1966.
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